lunes, 23 de enero de 2012

Tiroteos nocturnos

Vecina·lola con pijama de franela, de ti aprendí a caminar sobre el techo y a no fiarme nunca más de quien es capaz de sonreirle al espejo con orgullo y autocompadecerse al mismo tiempo. Malvada vecina·lola, viviendo escondida pero obligando a todos a oir tu voz gritona y chirriante, pobre viejita inválida que por la noche hace crecer setas en mis paredes rojas, sádica inconsciente, masoquista declarada, un día de estos saltarás del tejado sin darte cuenta porque hace mucho que has entregado las riendas; por éso tengo que irme, no me gustaría verte desparramada en la acera cuando me asome una mañana a la ventana para regar mis lechugas.

viernes, 11 de noviembre de 2011

XXV

El domingo por la mañana llega una tormenta que durará, según las predicciones, por lo menos una semana. Mis fantasías no iban tan desencaminadas, a las 0.0h seguirá siendo Noviembre pero podré ver la Luna. Es una lástima que no tenga aquí mi bici, pero hay otras muchas cosas que se pueden hacer.
Si fuese alcaldesa de Compostela sería una tirana increíble (F ↔ F) y el día de mi cumpleaños llenaría las calles de altavoces con los bajos a tope y me encargaría de la banda sonora de la jornada. Me sentiría como una especie de diosa de las emociones, despertándolas a mi antojo, perdiéndome en la ensoñación de ir desplegando puentes para que toda la ciudad pueda deslizarse confortablemente hasta mi sistema nervioso.
Por lo pronto Edgar me observa desde lo alto del armario preguntándose por qué demonios sigo con ese trozo de acero atravesándome el ombligo. Resulta que a mi colega ojeroso no le gustan las metáforas.

domingo, 23 de octubre de 2011

A veces me gustan los cuentos para niños; otras veces no.
 Hay cuentos para niños escritos por adultos frustrados que creen recordar que han sido niños, y además hacen el esfuerzo cuando su editor llama por teléfono. Son ese tipo de cuentos con definiciones ocultas entre colores chillones, solapas desplegables y demás parafernalia. Esos cuentos no me gustan en absoluto.
 Hay otros cuentos para niños escritos por adultos en los que nunca podría aparecer Pepito Grillo (no se me ocurre ninguna manera mejor de acotar la categoría), y ésos me inspiran curiosidad veraniega de agua hierba..e insectos que me provocan a la vez asco y atracción. Son cuentos a pinceladas, nadie te lleva de la mano. porque los dientes de leche son sorprendentemente efectivos: pueden masticar por sí mismos.
 Después están los cuentos vividos por niños, pero supongo que por desgracia desde que uso sujetador ésos ya no me son accesibles.(cuando logro desintoxicarme lo suficiente como para reírme al romper sin querer la ventana de la vecina con la pelota, siempre acabo descubriendo que estoy jugando sola).

sábado, 14 de mayo de 2011

felipe martínez y la piñata que sólo es piñata en su rotura

un cumpleaños al año, no más, no extendamos lo que no tiene extensión, sólo conseguiremos vomitar el propio estómago, y a ver qué hacemos después sin él. porque globos de barriga vacía son globos que no son globos; podíamos hacer algo con los colorantes del látex arrugado, así que lo hicimos. los mosquitos nunca fueron una amenaza realmente seria para nosotros, ahora podrán planear entre las formas diferentes que cuelgan del techo y giran con el aire (quizás con el calor y el juego llegue la reconciliación)

domingo, 6 de marzo de 2011

miércoles, 23 de febrero de 2011

                         ¡Fúndanse colores, expónganse a la lluvia!
                          Pero nada de quejarse del óxido mañana.